Esta técnica surgió para ayudar a las pacientes que debían someterse a una terapia contra el cáncer, de este modo tenían la posibilidad de conservar su material genético intacto para un futuro más conveniente tras su recuperación, con el tiempo esta técnica se convirtió en una forma de preservar la fertilidad futura para todas aquellas mujeres que lo deseen o precisen.
La edad del primer embarazo ha seguido aumentando y esto depende sobre todo de la sociedad en la que vivimos: muchas mujeres jóvenes esperan demasiado para considerar la congelación social, a menudo debido a la falta de información, ya que creen que aún disponen de mucho tiempo, subestimando la disminución de la fertilidad natural (especialmente después de los 35 años). Pero las razones también están vinculadas al hecho de que a menudo falta la pareja adecuada o un trabajo estable.
A menudo, los medios de comunicación sugieren que la crioconservación de ovocitos se debe principalmente a las ambiciones profesionales de las mujeres, pero olvidan el hecho de que la situación política y social no ofrece ayuda o beneficios a las mujeres que desean formar una familia.
Los críticos afirman que se abusa de la ciencia, pero si la ciencia y la tecnología ofrecen herramientas cada vez más avanzadas, no deberían ser demonizadas (por ejemplo, ¿por qué excluir la posibilidad de utilizar una técnica genética que nos permita evitar una patología hereditaria?).
Analicemos los beneficios potenciales de la congelación social, de acuerdo con un artículo en la revista Canadian Medical Association, que se puede leer en el siguiente enlace: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4467930/pdf/ 1870666.pdf, y su impacto social.
La congelación social, seguida de la fertilización in vitro (FIV) y la transferencia de embriones, ofrece dos beneficios importantes para las mujeres que planean posponer la maternidad: les brinda la posibilidad de convertirse en madres genéticas usando sus propios óvulos y reduce el riesgo de tener hijos con anomalías cromosómicas asociadas a la aneuploidía ovárica. Además, no debemos olvidar a las mujeres que desean ser madres solteras por elección y aquellas que están moralmente preocupadas por el estado de un embrión en desarrollo (en este caso, por lo tanto, los ovocitos crioconservadores son una alternativa preferible a la congelación de embriones.
La descripción de la congelación social como un "plan de reserva" o "seguro de fertilidad" no debe ocultar la influencia de las estructuras sociales que pueden contribuir a retrasar el embarazo en primer lugar. Por ejemplo, en ausencia de programas de cuidado infantil financiados que puedan facilitar el cuidado y la educación de los niños pequeños, la decisión de posponer la maternidad puede no ser una opción en absoluto.
A la luz de este escenario que destaca la existencia de un contraste entre el reloj biológico y el social, los médicos tienen la oportunidad única de ayudar a las mujeres a acceder a información precisa y equilibrada sobre su salud reproductiva. En Get your family opinamos que esta información debe proporcionarse a todas las mujeres, independientemente de su orientación sexual, edad, discapacidad, salud, relaciones o condición socioeconómica, para ayudarlas a tomar decisiones a conciencia.
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